By
Uno de los mayores errores cuando contratamos cualquier servicio a un profesional es no reflejarlo en un contrato de prestación de servicios. Esto puede ser por muchos factores: por pereza, por pensar que personalizar un contrato de servicios es caro o porque confiamos en que la otra parte cumplirá lo pactado verbalmente.
Pero… ¡Sorpresa! Llega el día en el que había que entregar el pedido y no hay pedido o el cliente no paga. Desde el punto de vista del que recibe el servicio lo más común es que haya habido un retraso debido a una mala organización y el servicio no se ha podido prestar según lo convenido, y por la parte del que presta el servicio, el problema más corriente es que en el último momento el cliente se eche atrás y no quiera pagar el servicio. ¿Y ahora qué haces? De ese pedido podría depender muchas cosas ¿Quién te cubre esos daños? O lo que es más importante ¿Cómo pruebas ante un juez que la otra parte ha incumplido con su parte del acuerdo si no hay contrato?
Pues bien, ¿qué pasaría si te digo que en apenas 5 minutos vas a poder formalizar tus contratos y acuerdos por escrito sin gastar una fortuna y sin ser un experto en Derecho? ¿Suena bien verdad? ¡Pues sigue leyendo!
En esta guía definitiva sobre el contrato de prestación de servicios te enseñaré cómo puedes crear tus propios acuerdos, personalizarlos en pocos clics y obtener una mayor seguridad a la hora de lograr que los servicios que has delegado se cumplan en el plazo correcto, o que el cliente pague. Quédate conmigo y te enseñaré cómo hacerlo.
¿Qué es y para qué sirve el contrato de prestación de servicios?
Básicamente, podríamos decir que un contrato de prestación de servicios es aquel en el que una empresa o un profesional (por ejemplo, un autónomo) se compromete a realizar un determinado servicio y como pago del mismo, recibe una compensación económica.
Este contrato se encuentra regulado en el Código Civil y tiene naturaleza mercantil.
Como en todos los acuerdos su principal función es remarcar la obligatoriedad de su cumplimiento. Como dice el propio Código Civil “…los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes, y deben cumplirse al tenor de los mismos…” Es decir, el rasgo fundamental es que va a tener que cumplirse lo pactado y, además, en los términos en los que se pactó. Esto quiere decir que una parte no puede cambiar lo acordado en el contrato de manera unilateral. Siempre se ha de respetar lo que se acordó.
Muy bien, todo eso está muy bien estarás pensando, pero ¿realmente para que me sirve a mí un contrato de estas características cuando contrato servicios? Yo lo único que quiero es que los servicios se presten según lo acordado y que el precio sea el pactado. Tampoco es tanto pedir, ¿no?
Bueno, así piensa y actúa la mayoría de la gente hasta que lamentablemente topa con su primer conflicto por culpa de no haber formalizado el contrato. En ocasiones nos parece que con estrechar la mano es suficiente porque todo va bien, pero cuando alguna parte del contrato no cumple por el motivo que sea, entonces es cuando llegan los problemas. En este caso, igual que con los seguros, mejor tener uno antes de que sea demasiado tarde.
Y es que son muchos los casos desafortunados que se pueden dar por falta de contrato escrito. De hecho, los juzgados están llenos de casos de incumplimiento de servicios en el que los contratos no están escritos en un papel, y son los más difíciles de defender ante un juez. Y muchos son debidos a abuso de confianza de una parte sobre la otra, por ejemplo, que necesites el pedido para el día pactado de forma urgente y el día anterior al de la entrega te suban el precio o de lo contrario no se entrega el servicio.
Por ello es fundamental que firmes un contrato de prestación de servicio. Las ventajas son las siguientes:
Podrás dejar constancia por escrito del acuerdo al que alcances: esto es de capital importancia y lo entenderás con el resto de ventajas que señalaremos. Recuerda, las palabras se las lleva el viento.
Los clientes te tomarán mucho más enserio. Ofreciendo un contrato de prestación de servicios darás una imagen seria y legal y serás más fiable y, en conclusión, adquirirás una ventaja competitiva muy importante respecto a tu competencia.
Podrás llevar un control, tanto de lo que te tienen que entregar como lo de que tienes que entregar: a muchos profesionales lo que les pasa es que si tienen cierto éxito en su área les cuesta mucho organizarse. Los pedidos se pueden multiplicar de un día a otro y si tienes un contrato limpio en el que se te diga lo que tienes que hacer, será mucho mejor que una conversación de 30 emails con tu cliente.
Por último, si no te pagan o si no te prestan el servicio según lo convenido, podrás alegar ante un juez tu acuerdo, es decir, estarás cubierto en caso de incumplimiento.
El problema más común en estos casos es que con un acuerdo verbal la prueba resulta muy difícil, no es así con un documento por escrito y firmado por ambas partes.
¿A qué me arriesgo si no formalizo el contrato de prestación de servicios?
Seguro que te estás haciendo esta pregunta, ¿Cuáles son los riesgos? Aquí viene la magia del contrato de prestación de servicios entre empresas.
Si eres un proveedor de servicios:
Puede ser que no te paguen a tiempo: si eres autónomo, seguro que conoces de sobra este problema. Cada vez está más cerca la hora de declarar el IVA trimestral y no te han pagado la mayoría de las facturas. De esta forma podrás vivir tranquilo, sin ir al límite.
Pero esto no es todo, faltaría más, si te parecía poco aún hay un riesgo mayor y es que no te paguen la suma de dinero acordada. Esto es muy frecuente. Algunos clientes siempre intentan regatear el precio para hacerlo más atractivo para ellos en el momento final y si no te dejas regatear alguno incluso te puede dejar tirado. Por ello, es fundamental dejar constancia por escrito del precio.
Si eres un cliente:
Que no se cumplan los plazos de entrega acordados: el ‘’lo tengo para dentro de 5 días, no te preocupes’’, se puede convertir fácilmente en 11. Y claro, quizás en un pedido sin importancia te lo puedas permitir, pero si el pedido es de relevancia, puede ser fatal para el devenir de tu empresa. Pero no es sólo eso. Supón que pacientemente esperas al día 11. Llega la fecha señalada y suena el teléfono. Tu querido proveedor quiere que pagues más, porque ha habido un imprevisto que lo ha encarecido todo. Desgraciadamente es una práctica muy común entre algunos profesionales y un abuso de confianza. Con el contrato de prestación de servicios profesionales podrás impedirlo remitiéndote al precio firmado entre las partes en el contrato.
Y si por algún motivo quieres cancelar el servicio, con este contrato tendrás claro cómo hacerlo.
Como podrás ver, los riesgos son muchos, y las ventajas que puede presentar este tipo de acuerdo escrito compensan infinitamente el pequeño coste o esfuerzo que supone formalizar el contrato. Y más hoy en día, en que personalizar un contrato de servicios y que cumpla con la normativa vigente es súper fácil y rápido, como te explicaré más abajo.
Además, firmar un contrato de servicios es un síntoma de que quien tienes delante es un buen profesional. Un buen profesional jamás te pondrá pegas a dejar todo por escrito con el fin de lograr una mayor satisfacción para ambas partes.¡Piénsalo por un momento! Sólo el que sabe que va a incumplir, teme a los contratos. Así que si quieres ahorrarte muchos disgustos y saber distinguir entre un buen profesional o no, haz que firmen un contrato de prestación de servicios en condiciones.
¿Qué contenido debe tener el contrato de prestación de servicios?
Estos son los elementos con los que debe contar un contrato de prestación de servicios profesionales o entre cliente y empresario:
- Identificación de las partes del contrato.
- Responsabilidad de las partes en caso de prestación de los servicios en el local del cliente.
- Condiciones del servicio:
- Precio
- Condiciones de pago.
- Duración.
- Cesión o subcontratación.
- Protección de la propiedad intelectual, confidencialidad y datos personales.
- Causas para terminar el contrato antes de tiempo.
- Cláusula penal (opcional).
- Cláusulas generales.
- Sujeción a Ley Española.
- Elección del juzgado o tribunal en caso de conflicto.
Y hasta aquí el post de hoy. Espero que te haya gustado y te sea enormemente útil.
Deja tus comentarios más abajo y estaré encantado de responderte.
