El gasto energético ocupa portadas de los periódicos en un momento de crisis en el continente europeo. Las miradas están puestas en el precio de la luz y el kilovatio es una unidad de medida a la que nos hemos tenido que acostumbrar más de lo deseado.
Si se tiene en cuenta el valor de la energía, que ha aumentado de forma exponencial en los últimos meses, utilizarla con inteligencia es cada vez más necesario para las empresas. Fijarse en la guía que ofrecen los criterios ESG (Environmental, Social and Governance en inglés) es de gran utilidad para que las empresas actúen de forma sostenible y consigan ahorrar en la factura energética.
Una de las principales directrices de los criterios ESG es que las empresas deben maximizar su eficiencia energética en sus diferentes sistemas e infraestructuras, para luchar por un medioambiente más sostenible. Utilizar detectores de presencia para las luces, ya sea en los servicios o zonas comunes como en despachos, ayuda a eliminar un gasto innecesario de luz en estos espacios, por lo que es muy recomendable implementarlos si es que todavía no se ha hecho.
Los sistemas de refrigeración son otro elemento de consumo a tener en cuenta. Por un lado, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que utilizar el aire acondicionado de manera inteligente supone un ahorro en la factura de la luz, algo para lo que existen diversas recomendaciones de uso. Por otro lado, y a pesar de que su funcionamiento sea distinto, los ventiladores ofrecen una alternativa de ahorro energético a tener en cuenta, ya que consumen hasta un 90% menos de energía.
El progreso avanza hacia una tecnología que cada vez consume menos energía y aquellos medios más antiguos son los que más euros suman a la factura de la luz. La eficiencia energética se plasma en avances tan extendidos como las luces led o con el uso de ordenadores portátiles en lugar de los de sobremesa.
Los portátiles pueden llegar a consumir entre un 50% y un 85% menos de energía que los ordenadores fijos. Una inversión en la modernización es un gasto en el presente que supone un ahorro considerable a largo plazo.
Implementar unos equipos nuevos y una infraestructura de oficina que sea energéticamente sostenible es clave, pero también lo es la concienciación de la empresa acerca de la sostenibilidad. Establecer unas ideas claras sobre ESG será lo que marque el futuro de la compañía respecto a un tema de actualidad como es el medio ambiente.
Si la empresa tiene el objetivo de ser sostenible y quiere ahorrar energía, debe pautar unos objetivos en un plan estratégico de ESG, así como concienciar a sus trabajadores y dar ejemplo de las medidas adoptadas desde las áreas directivas, para que la empresa al completo se comprometa con el ahorro. Este está muy ligado a seguir recomendaciones personales de ahorro de energía, para hacer un uso más responsable y eficiente de ella en el día a día.
Los avances tecnológicos, una vez implementados, modifican procesos antiguos así como los medios utilizados en ellos. Es el progreso que aporta la tecnología en los distintos sectores y en la vida cotidiana, ayudando no solo a economizar esfuerzos del ser humano, sino también el gasto energético empleado en el trabajo.
La eficiencia energética se busca continuamente así que, ¿por qué no analizar las tareas y procesos diarios para buscar mejoras? La tecnología de Contract Lifecycle Management (CLM) reduce drásticamente los esfuerzos y tiempos de trabajo con documentos de todo tipo, con su consiguiente reducción de recursos empleados.
El uso de papel debe reducirse en muchos sectores y ya existen tecnologías para conseguirlo, como la firma electrónica. El CLM incluye esta funcionalidad, más segura y efectiva que la firma manuscrita, pero además ayuda a ahorrar recursos en otros puntos del proceso documental: el almacenamiento físico de documentos, la impresión de más y más borradores para realizar correcciones o el uso cotidiano del papel en muchas tareas diarias.
Reducir el consumo de recursos y energía depende de lo cotidiano y de lo estratégico, de pequeños gestos de ahorro y de una conciencia ESG global en las compañías. De la mano de la mejor tecnología, dar el paso hacia un futuro sostenible es posible para las empresas.