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Abroading: cómo eficientar el sector legal de la mano del CLM

La tecnología ha pasado de ser un complemento a convertirse en un pilar esencial para la eficiencia de los equipos legales. Abroading, un ALSP (Proveedor de Servicios Legales Alternativos) en España, ha sabido estar a la vanguardia de esta evolución, ofreciendo soluciones ágiles, flexibles y basadas en la automatización para optimizar la gestión legal de empresas y despachos. Hablamos con Fernando Garretón (Senior Legal Counsel) y Francisco Javier Pérez (Legal Counsel), dos de sus referentes, para conocer cómo están revolucionando la forma en que los departamentos legales operan y cómo la tecnología es clave en este cambio.

A lo largo de esta entrevista, exploraremos la digitalización en el sector legal, los retos que enfrentan las empresas para adoptar nuevas tecnologías y cómo Bigle se ha convertido en un aliado estratégico para Abroading en el impulso de proyectos de legal operations. Descubre cómo Abroading está redefiniendo la prestación de servicios legales y qué estrategias están implementando para ayudar a los equipos jurídicos a centrarse en lo que realmente importa: la estrategia y la toma de decisiones.

Francisco Javier Pérez (Legal Counsel) y Fernando Garretón (Senior Legal Counsel)

Brevemente, ¿puedes describirnos qué es Abroading y a qué os dedicáis?

Fernando Garretón: Abroading es la primera empresa de Servicios Legales Alternativos (ALSP) creada en España. Hace más de 14 años, nuestras socias fundadoras, Irma Cebrián y Silvia Perea, detectaron una brecha en el sector legal español: la necesidad de soluciones legales más ágiles y accesibles. Así nació Abroading, con el objetivo de ofrecer servicios jurídicos más eficientes que los procesos legales tradicionales y con la misión clara de transformar la forma en que se gestionan los servicios legales en España.

Desde entonces, hemos demostrado que la tecnología no es un complemento, sino la clave para agilizar procesos, mejorar resultados y permitir que los equipos jurídicos se enfoquen en lo que realmente importa: la estrategia. En particular, ayudamos a equipos legales, tanto de empresas como de despachos de abogados, externalizando tareas legales con menor valor estratégico y susceptibles de automatización en mayor o menor medida, como la revisión de contratos, la investigación y el cumplimiento normativo.

Nos diferenciamos por integrar soluciones digitales y combinarlo con un equipo internacional que puede operar en múltiples idiomas y jurisdicciones como EMEA, LATAM y USA. Esto nos convierte en una opción flexible y adaptativa en el ámbito de los servicios legales. Gracias a este enfoque contamos con la confianza de casi un centenar de equipos que buscan modernizar sus prácticas legales, reducir costes sin comprometer la calidad del servicio y mantener el ritmo de negocio, que en ocasiones es frenético y sabemos que no espera.

Sois un ALSP pionero en España, ¿cuáles son vuestros principales puntos fuertes?

Francisco Javier Pérez: A diferencia de otras ALSP, contamos con un equipo propio formado por 10 personas con distintos perfiles y altamente especializado en áreas complejas o altamente reguladas, como cumplimiento normativo, consumo, IP y protección de datos. Ello nos permite poder implementar a nivel compañía todos los recursos y herramientas necesarias para nuestro trabajo, como las herramientas tecnológicas.

Para todos estos servicios, utilizamos tecnología avanzada como la automatización y la inteligencia artificial para tareas repetitivas y análisis de datos, lo que aumenta la precisión y agiliza procesos como la revisión de contratos y el análisis de riesgos.

Otro de nuestros puntos fuertes es que nos enfocamos en reducir significativamente el coste de estos servicios si lo comparamos con los recursos que necesitan emplear los despachos tradicionales ya que nosotros lo hacemos más accesible, con menor coste y equipo. Tampoco necesitan contar siempre con unos recursos, sino que pueden recurrir a nosotros cuando haya picos de trabajo, ofreciendo servicios a demanda, lo que supone un recurso perfecto para proyectos temporales o expansiones rápidas.

De esta forma, los despachos y las empresas, en concreto, sus equipos, se pueden centrar en tareas estratégicas al delegar tareas operativas o administrativas en manos especializadas como las nuestras.

También, el haber sido pioneros en este modelo de servicios y el trabajar mano a mano con equipos legales de distintos perfiles nos ha permitido avanzar más rápido e ir entendiendo mejor qué necesitan nuestros clientes en su operativa.

La pandemia aceleró el proceso, pero aún queda trabajo para integrar plenamente estas soluciones en los procesos diarios y maximizar su potencial en el sector.

Como expertos en tecnología y transformación del sector legal, ¿cómo valoráis el estado actual de la digitalización en los departamentos legales en España?

Fernando Garretón: La digitalización en los departamentos legales en España ha avanzado, pero aún enfrenta muchos desafíos, principalmente debido a lo extenso de la tarea. Aunque la tendencia indica que se va adoptando tecnología para optimizar tareas repetitivas y mejorar la eficiencia, muchos equipos legales aún están en fases iniciales de implementación de herramientas avanzadas, como la inteligencia artificial y la automatización, y muchos están abrumados por lo, en ocasiones, inabarcable de la tarea, ya que suelen ser proyectos de alcance transversal que no afectan solo a Legal sino también a las áreas de negocio.

La pandemia aceleró el proceso, pero aún queda trabajo para integrar plenamente estas soluciones en los procesos diarios y maximizar su potencial en el sector. Todo esto acompañado obviamente de un cambio cultural, en el que se debe hacer autocrítica de los propios procesos internos, y desafiar el status quo para operar de manera diferente en aras de la eficiencia.

Estamos convencidos de que los ALSP no son solo una tendencia, sino una solución permanente que ya lleva años transformando la manera en que los equipos legales se gestionan.

A la hora de brindar asesoría en digitalización, ¿qué criterios consideras clave para que vuestros clientes escojan e implementen nuevas tecnologías?

Francisco Javier Pérez: Lo más importante es tener clara la necesidad de cada cliente, ya que no siempre es la misma, aunque la tarea sea similar. Es muy importante también tener en cuenta el grado de “madurez tecnológica” de cada equipo, ya que eso resulta clave para poder gestionar el cambio de forma más adecuada y marca, de alguna forma, la hoja de ruta a seguir en cada caso. 

Además, es importante valorar el retorno de la inversión realizada y la eficiencia que esto puede generar en las distintas áreas de la compañía y, en consecuencia, al ritmo del negocio, ya que en la medida en que Legal puede moverse al ritmo del negocio las distintas áreas trabajan con mayores garantías. Otro punto relevante es valorar la versatilidad de las herramientas tecnológicas, y si permite adaptaciones posteriores con cierta agilidad precisamente para responder a un entorno tan cambiante.

"Bigle destaca entre otras plataformas por su enfoque en la automatización avanzada y su interfaz intuitiva, lo que facilita su adopción".

¿Cómo nos conocisteis y por qué decidisteis incorporar a Bigle en los proyectos de legal operations para vuestros clientes?

Fernando Garretón: Conocimos a Bigle por su reputación en soluciones de automatización y gestión documental en el sector legal y por su éxito en proyectos previos con distintos tipos de clientes. Decidimos integrarlo en proyectos de Legal operations debido a su capacidad para optimizar procesos y reducir riesgos en la gestión de documentos, facilitando una implementación rápida y eficaz, que se alinea con los objetivos de digitalización y eficiencia de nuestros clientes.

A la hora de impulsar las legal operations en la asesoría legal, ¿cuáles consideras los pasos imprescindibles para el desarrollo de los proyectos y cómo integráis Bigle en estos?

Francisco Javier Pérez: Imagina que un abogado interno recibe una avalancha de cien contratos que deben ser modificados tras una operación de fusión, con las correspondientes comunicaciones. Con Abroading y Bigle, puede gestionar toda la carga operativa, agilizando la revisión, reduciendo errores y teniendo un control claro sobre el punto de situación de cada asunto.

Para impulsar estas operaciones en la asesoría legal, es fundamental comenzar con una evaluación inicial que identifique las necesidades específicas y defina objetivos claros tanto en términos documentales como operativos. Luego, se debe diseñar una hoja de ruta detallada que integre procesos automatizables y defina KPI y métricas de éxito. En esta etapa, incorporamos Bigle debido a su flexibilidad y enfoque en la automatización de la gestión documental, asegurando que la solución se adapte a las estructuras de cada cliente. Una vez implementada la tecnología, en nuestra experiencia resulta esencial acompañar al equipo legal y a negocio en la gestión del cambio. Dado que en ocasiones las formas previas de trabajo están muy interiorizadas, conviene no olvidar esta fase para asegurar que efectivamente la tecnología sirve a su función en la práctica.

¿Qué características o funcionalidades de Bigle son las más valiosas para vuestros clientes? ¿Cuáles han sido los resultados qué han obtenido usando nuestro CLM?

Fernando Garretón: Con Bigle, un cliente que antes tardaba días en generar un contrato ahora lo hace con un solo clic, a partir de plantillas predefinidas, reduciendo errores y ahorrando, en consecuencia, tiempo y recursos. La plataforma facilita la colaboración en tiempo real durante la solicitud, negociación y la integración de firmas electrónicas, agilizando el proceso de aprobación y almacenamiento en la nube. Los clientes han observado mejoras significativas en la eficiencia operativa y una reducción en los tiempos de respuesta en la gestión de contratos al utilizar Bigle como CLM.

Recientemente, hemos terminado un proyecto en el que hemos implementado Bigle, con el que hemos conseguido que el equipo legal reduzca un 40% el tiempo de gestión de una tipología de contratos. Esto significa que podemos hacer en poco más de 30 minutos documentos que antes nos consumían una hora de tiempo. Evidentemente la reducción en la gestión se dispara cuando hablamos de documentos más sencillos, pero en todo caso, supone una auténtica revolución en términos de eficiencia.

Para terminar, ¿en qué distinguirías a Bigle de otras plataformas CLM? ¿Cuál es la característica que más destacarías de nuestro CLM?

Francisco Javier Pérez: Bigle se destaca de otras plataformas por su enfoque en la automatización avanzada y su interfaz intuitiva, lo que facilita su adopción. La característica más notable es su capacidad para crear documentos rápidamente mediante plantillas personalizables, lo que reduce errores y acelera el proceso de gestión. Además, su integración de firmas electrónicas y almacenamiento en la nube mejora la eficiencia y seguridad en el flujo de trabajo. Se trata de un software con oficinas centrales en España, lo cual facilita muchísimo la comunicación.