La firma electrónica es una de las tecnologías más útiles para que las organizaciones se adhieran a la filosofía ASG mientras optimizan procesos de todo tipo
Los contratos han sido tradicionalmente considerados como piezas de papel de un valor muy elevado para sus propietarios por todo lo que conllevan. En la actualidad, la firma electrónica permite que el valor de los contratos se mantenga pero que estos den su siguiente paso evolutivo. La firma electrónica ayuda a compañías de todo tipo de sectores a acelerar la contratación de personal y servicios, al mismo tiempo que convierte las oficinas en espacios libres de papel, conforme a los criterios Ambientales, Sociales y de buen Gobierno (ASG).