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La mente sobre la materia: cambiar de actitud para aumentar la productividad

Escrito por Nikki Alderson | 05-sep-2019 1:47:55

Según las cifras publicadas la semana pasada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año la falta de productividad causada por la depresión y la ansiedad le cuestan a la economía mundial 1 billón de dólares.

A pesar de que estos términos no son comunes en la jerga legal, el año pasado el periódico The Guardian reportó que los abogados de Inglaterra y Gales estaban “al borde de una crisis mental”.

 

Una encuesta para The Bar Council reveló que casi la mitad del panel de encuestados declaró que trabajaba más de 60 horas semanales, y solo el 50% decía poder conciliar su vida personal con la laboral. El impacto negativo en su bienestar es obvio.

 

Tomar medidas efectivas para promocionar el bienestar en el lugar de trabajo claramente beneficia a la productividad ya que, por cada dólar invertido en el tratamiento de desórdenes mentales comunes, las estadísticas de la OMS muestran que el retorno de la inversión equivale a cuatro dólares en la mejora de la salud mental y la productividad.

Así que, tanto como el representante de un despacho de abogados o como abogado tú mismo ¿qué medidas puedes tomar TÚ para promover el bienestar y favorecer la productividad?

 

Actitud

Adopta una actitud positiva

Tanto de manera individual como colectiva, observa pensamientos, palabras y comportamientos y considera si existen ajustes positivos que se podrían aplicar para optimizar los resultados. Si los pensamientos positivos no van acompañados de acciones positivas aquéllos quedarán, ciertamente, en nada.

 

Comprueba tu enfoque

Cualquier pensamiento que tengas, positivo o negativo, focalízalo, para bien o para mal. Tony Robbins, el conocido autor, en “Notes from a Friend”, establece un reto mental de 10 días para “entrenar tu cerebro“ a pensar de forma positiva consistentemente.

Basta que una mañana frustrante de camino al trabajo te haga sentir que es “uno de esos días” para darte cuenta de cuán rápidamente un pensamiento negativo se combina con otro, y al final el día resultará irremediablemente nefasto.

Tan pronto caigas en la espiral negativa, entrena tus pensamientos hacia el positivismo y verás cómo los resultados mejoran instantáneamente.

 

Practica la gratitud

Empieza el día con gratitud en vez de descendiendo por la cuesta mortal de las redes sociales en tu teléfono móvil. Piensa, e incluso escribe, un par de cosas que te hagan sentir agradecido para darte un sentido de proactividad, de propósito y de que el día te pertenece, antes de permitir la entrada de las distracciones del mundo digital.

De la misma manera, incluso en momentos de presión extrema y estrés, de camino a casa, por ejemplo, siéntete agradecido por una hermosa puesta de sol, tu canción favorita sonando en la radio, tus amigos o tu familia.

Te asombrará como, al centrarte en lo positivo, el alcance de lo negativo se pone rápidamente en perspectiva e incluso se reduce.

Como organización, incorpora la gratitud en la cultura de tu empresa: reconocer y premiar a tus empleados podría ayudar, a la par que un sistema de evaluación transparente.

 

Talante

Sonríe

Por encima de los pensamientos que tenemos, ¿qué tal si mejoramos nuestro humor a través del comportamiento? Podría parecer la cosa más simple pero, ¿cuántas veces, cuando estamos ocupados, estresados o agobiados, nos tomamos un momento para sonreír? Pruébalo.

Las endorfinas que nuestro cuerpo segrega al sonreír tienen un efecto instantáneo, que hacen que no puedas dejar de sentir, aunque sea temporalmente, un cambio positivo de tu humor.

 

Cambia tu estado

¿Cuántos de nosotros hemos experimentado ese tic en el ojo que aparece a última hora de la jornada? La franja matadora de las 3 de la tarde en un juicio, cuando se leen las entrevistas para el jurado, y ya te las sabes de memoria.

Moviendo el papeleo alrededor de tu mesa cuando sabes que DEBERÍAS estar trabajando y cuando tu motivación está por los suelos.

Cuando tengas la oportunidad de tomarte un descanso de forma natural, cambia de posición. De forma individual, sal de tu entorno inmediato, aléjate de tu mesa, incluso ve al servicio y da unos saltos (¡si puedes!). Un cambio de posición hace maravillas para tus niveles de energía y cambiará tu nivel de atención.

Dentro de una organización, enseña con el ejemplo. Alienta a tus empleados a que se se alejen de sus mesas (y, si puede ser, de la oficina) cuando tengan la oportunidad. Es importante que tengan la posibilidad de, por ejemplo, tomar una buena pausa para comer. Incorporar el ejercicio y las salidas al exterior durante la jornada laboral tiene fama de aumentar la productividad y el bienestar.

Promociona los eventos sociales como parte tan integral del ethos de la compañía como la gestión de casos o el desarrollo de negocio.

 

¡Cuidado con lo que dices!

Recuerdo estar una mañana en los juzgados esperando el inicio de un juicio, disfrutando de la cháchara habitual en la sala de espera con el resto de los letrados y escuchar a innumerables abogados saludándose unos a otros.

Me hizo reflexionar sobre cuán a menudo al preguntarle “¿cómo estás?” a un abogado, la respuesta es “ocupado”. No “Muy bien, gracias”, ni “Contento, gracias”, sino “Ocupado”, como si su estatus como abogado pudiera disminuir al no aprovechar cualquier oportunidad para decirle a su audiencia que su despacho iba a tope.

Pero, ¿cómo se siente realmente el estar “ocupado”? Cargado, bajo presión, frenético, incluso, a veces, devorado por la angustia. ¿Qué le ha pasado a la persona tras el oficio? ¿A nuestra habilidad para “simplemente existir” sin poner constantemente “cara de póquer”?

Piensa en cómo el lenguaje te ayuda o no. “Necesito” en vez “elijo” trabajar durante la hora de comer. “Debo” en lugar de “quiero” ir al gimnasio. ¿Es lo que sale de tu boca lo que suma a tu propio percepción de agobio y, en consecuencia, afecta a tu productividad?

 

Productividad en el lugar de trabajo

Evita las distracciones utilizando medios de concentración y aprendiendo a decir NO.

Indiscutiblemente la era digital ha hecho que el mundo sea un lugar más pequeño y accesible, y que las oportunidades (particularmente para las mujeres) para poder trabajar de forma flexible y mantener tu papel dentro del mundo de la abogacía hayan mejorado ostensiblemente con el trabajo en remoto.

Sin embargo, la intrusión de llamadas y correos de trabajo en nuestra vida personal acarrea un coste inesperado para nuestro bienestar, al habernos hecho más disponibles y fáciles de contactar en todo momento. La facilidad para “desconectar” (en el verdadero sentido de la palabra), incluso estando de vacaciones, es actualmente muy difícil.

Así que, ¿cómo volvemos a establecer límites? Lo primero, decide qué nivel de interrupción estás dispuesto a aceptar, y planifica en consecuencia. Como dijo Jim Rohn, un orador inspirador norteamericano, “O tú manejas el día o el día te maneja a ti”. Enfatiza la importancia de ajustarte a tu plan en lugar de abandonar tu trayectoria por culpa de las distracciones causadas por los demás.

Con este propósito, considera dedicar dos o tres momentos específicos del día a mirar correos o redes sociales, y el resto del tiempo ten apagadas las notificaciones, alertas y banners de todos tus dispositivos. Considera activar el mensaje de“fuera de la oficina” en algunos momentos específicos y no solamente cuando estés fuera.

Para tareas que requieran inmersión absoluta, poner el “modo avión” puede ser útil. Las organizaciones pueden apoyar el compromiso de sus empleados creando una cultura que sea respetuosa con los límites establecidos y que lidere con el ejemplo en cuanto a las expectativas de los trabajadores.

En segundo lugar, aprende a decir “no”. A muchos de nosotros nos cuesta decir “no” por miedo a parecer débiles o poco dispuestos a trabajar en equipo. Entiendo que los abogados en prácticas, que tienen en mente conseguir un contrato, se conviertan inadvertidamente en la “gente del sí”, pero, en realidad, decir que sí a todo con frecuencia lleva a hacer muchas cosas mal en vez de unas pocas bien.

 

Considera:

 

  • ¿Según el plan de quién estoy trabajando?
  • ¿A qué estoy preparado para decir “sí”?

 

Entonces, aprende el arte de decir “no” a base de repetirlo.

 

Estar presente

En cualquier cosa que hagas, debes estar totalmente “presente”. Trabaja en el trabajo; disfruta del tiempo en familia cuando estés con ellos. Si te llevas el trabajo a casa, no estés constantemente al teléfono con problemas de trabajo mientras estás con tus hijos o, cuando trabajes desde casa, siéntate en una zona desde donde no puedas involucrarte fácilmente en los dramas domésticos.

De esta manera, te proporcionas enfoque y claridad a ti mismo y a los que te rodean. Te ayuda a gestionar tus (y sus) expectativas, y además te permite ser más productivo en los periodos dedicados a cada actividad específica.

Sé la organización que sostiene y facilita el enfoque de sus empleados. ¿Funcionan las oficinas diáfanas? ¿Son el entorno de trabajo y la cultura propicios para la productividad?

 

Atención plena (mindfullness) a través del bloqueo de horas

Al bloquear horas, te aseguras de que cada tarea a la que te dediques se realizará en ráfagas cortas y manejables a las que dedicas toda tu atención. En ese momento, cuando estés haciendo tu trabajo o estés con tu familia, por ejemplo, puedes prestar el 100% de tu atención, en lugar de sentirte constantemente en conflicto y distraído.

Es una forma de atención plena (mindfulness) laboral. Durante y entre estas tareas, toma descansos de manera regular y mantén un horario apropiado. De esta forma, puedes evitar sentirte abrumado y mantener la productividad. Como organización, considera cómo podrías apoyar y promover la conciencia plena de tus empleados.

 

Biografía de Nikki Alderson

Nikki Alderson es una ex abogada penalista, actualmente Consejera Corporativa y Ejecutiva, que apoya a bufetes de abogados y a juzgados a atraer y retener talento femenino dentro de la profesión legal. También a empoderar a las abogadas para que alcancen sus ambiciones profesionales, y al mismo tiempo creen vidas congruentes.

Al haber adquirido un profundo conocimiento de las responsabilidades, presiones y trayectorias profesionales "esperadas" de los empleados de la industria legal (y, particularmente, de las mujeres de dicha industria), Nikki ve un desafío dentro de la profesión.

Ella espera abordar todos estos retos a través del coaching, lo cual debería permitir la retención de modelos de roles femeninos con talento, dada la escasez de mujeres en cargos de alta dirección y dentro del poder judicial