A estas alturas nadie pone en duda que la inteligencia artificial (IA) ha supuesto un boom para el mundo que conocemos. Tecnologías como la generación de textos e imágenes impulsada por la IA han sorprendido al mundo por las múltiples aplicaciones que tienen. El sector legal no está al margen de estos cambios y, tras varias polémicas iniciales y un abogado poco convencional, la realidad nos presenta que la IA puede cambiar la forma en la que trabajan los abogados.
Tras los primeros meses desde esa explosión inicial, ya hemos podido observar el comportamiento incipiente de profesionales en distintos sectores. Acompáñanos al apasionante mundo de la inteligencia artificial, analicemos por qué preocupa a millones de profesionales y veamos cuál será su impacto en el trabajo en general y en el sector legal en particular. ¡Vamos allá!
La IA puede maravillar a todo el que la pruebe. Con un poco de imaginación y las instrucciones adecuadas, es capaz de proponer contenidos e ideas muy útiles, tanto para un uso profesional como personal.
Pero la inteligencia artificial es un avance tecnológico que no ha estado exento de preocupaciones. Muchos profesionales de sectores como el legal se preguntan si la IA pondrá en peligro ciertos perfiles profesionales o incluso reemplazará su trabajo por completo. Desde hace semanas, Silicon Valley y el sector tecnológico han acaparado los focos de la conversación pública por los despidos polémicos que se han sucedido en las tecnológicas más importantes del mundo. Sin embargo, hay que tener presente que la mayoría de estas empresas vivieron un gran periodo de crecimiento en los años de la pandemia de Covid-19, una tendencia que se ha desacelerado en los últimos tiempos, por lo que estos despidos no están directamente relacionados con la IA.
Si aún dudas sobre el impacto de la IA en el mundo, observa algunas situaciones que han surgido en los últimos meses. Un ejemplo destacado es la huelga de guionistas de Hollywood, donde se planteó el temor de que una IA sin regular pudiera reemplazar a los guionistas en la creación de contenido único y original. Si bien la IA ha demostrado capacidad para generar textos, la creatividad y el talento humano siguen siendo elementos insustituibles en la industria del entretenimiento.
En el sector de la enseñanza, algunos profesores también han expresado preocupación por el aumento de los casos de plagio debido al acceso fácil a información en línea y ya tratan de tomar medidas para hacer frente a esta tendencia. Algunos argumentan que aspectos como la creatividad o la originalidad son difíciles de conseguir con este tipo de software y que compartir la información y los conocimientos de manera tradicional, asistiendo a clases en persona y participando en discusiones en el aula, puede ayudar a contrarrestar los efectos negativos de la IA. El avance de lo moderno no equivale a abandonar por completo los métodos tradicionales, sino encontrar un equilibrio entre ambos enfoques para obtener lo mejor de ambos mundos.
La IA no viene a reemplazar a los profesionales, sino a ser una herramienta que potencie su labor
Es comprensible que exista un cierto temor a ser sustituido por una máquina que nunca se cansa y es capaz de crear y crear sin parar, pero es importante entender que la IA no viene a reemplazar a los profesionales, sino a ser una herramienta que potencie su labor. Es cierto que algunas tareas tradicionalmente realizadas por la mayoría de profesionales, como la revisión o redacción de documentos, pueden ser realizadas de manera más eficiente por sistemas de IA. Sin embargo, esto no significa que los profesionales sean prescindibles. Su experiencia, intuición y habilidades humanas siguen siendo fundamentales; la IA simplemente les brinda la oportunidad de enfocarse en tareas más estratégicas y que aporten valor.
Una imagen atractiva, ¿verdad? Pues tienes que saber que nuestro equipo creativo la generó utilizando una solución de IA: una imagen única, creada en cuestión de segundos, algo que añade un alto valor añadido a la forma en como se ha trabajado hasta ahora.
La rápida evolución de la tecnología ha abierto un sinfín de posibilidades para automatizar tareas y agilizar procesos en diversas industrias y el ámbito legal no es una excepción. Pero, ¿cómo afecta realmente la IA al área legal? ¿Es un desafío que amenaza ciertos perfiles profesionales o una oportunidad para mejorar y optimizar el trabajo? ¡Vamos a descubrirlo juntos!
La IA tiene potencial para transformar la forma en la que se llevan a cabo las operaciones legales y ya existen muchos usos que se le pueden dar a esta tecnología. Veamos algunos de ellos:
La IA puede tomar esa montaña de documentos legales, identificar cláusulas importantes, riesgos potenciales y realizar investigaciones exhaustivas en bases de datos jurídicas.
Con su capacidad de generar automáticamente documentos legales básicos, los abogados pueden ahorrarse horas y horas.
Desde contratos hasta documentos legales complejos, la IA extrae datos clave y metadatos con precisión y eficiencia.
Además de extraer datos, la inteligencia artificial puede realizar análisis sofisticados y generar informes detallados de manera rápida y precisa.
El hecho de que gran parte de las compañías se hayan subido al barco de la IA hace que el desarrollo de funcionalidades de inteligencia artificial y su aplicación al trabajo diario sea casi una obligación. En este sentido, el desembarco de la IA en el mercado legal tech es una gran noticia para los abogados ya que, para diferenciarse de la competencia, exigirá a los proveedores desarrollar tecnología que aporte valor verdadero a los profesionales. Pero, ¿qué debe hacer aquel abogado que desee experimentar con la IA?
Si bien la IA plantea desafíos y preocupaciones legítimas, también ofrece oportunidades para mejorar y optimizar el trabajo de los profesionales del derecho. La tendencia actual señala que no hay que dejar esta tecnología de lado, que será importante mantenerse actualizado con los avances tecnológicos y desarrollar habilidades complementarias para adaptarse a la nueva realidad. Sin embargo, la IA no viene a reemplazar a los abogados, sino a ser una herramienta que potencie su labor y terminará generando nuevas oportunidades laborales de la mano de una tecnología que no ha hecho más que despegar.
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